lunes, 4 de agosto de 2014

Confesiones impopulares (XIV)

No ve voy a andar con rodeos: no me gusta el verano. Y por verano entiéndase esa obsesión generalizada por ir a la playa, a la piscina, o ponerse moreno. Especialmente esta última.


viernes, 25 de abril de 2014

Vocaciones perdidas



Cuando era pequeña quería ser profesora. De inglés. Me gustaba enseñar sobre cualquier asignatura (de letras), pero con el inglés me lo pasaba pipa. Pasaba horas y horas amontonando a mis muñecos y peluches en la cama, escribiendo sus nombres en un cuaderno, pasando lista, explicándoles les lecciones con mi pizarra, poniéndoles deberes… Volvía del colegio y antes de comer era lo que hacía: encerrarme en mi habitación y explicar la lección que tocaba. ¡Y todos aprobaban siempre! Así de buena profesora era. Con semejantes aficiones, todo apuntaba a que lo mío era estudiar magisterio, hacer oposiciones y convertirme en profesora… Pero no.

jueves, 28 de noviembre de 2013

El amor, esa droga



Lo dice Albert Espinosa en su último libro, y qué razón tiene:

“[L]os amores no correspondidos son la droga natural más potente de este mundo. Tanto de los que los sienten como de los que no los corresponden… Todos siempre acaban sufriendo, pero vuelven a caer en sus redes…
Hay una épica difícil de explicar: se sufre, se intenta, se sufre, se prueba… ¿Qué te lleva a desear a alguien con tanto ahínco cuando sabes que no te quiere?”

Y hay gente que cae una, y otra, y otra, y otra, y otra vez…

martes, 1 de octubre de 2013

Sí, al final crece, pero…



“Ay, no que quejes, que al final crece.”


Tengo una relación amor-odio con mi pelo. Supongo que como el 90% de las mujeres del mundo, si no más. Pero con el tiempo he ido consiguiendo que el amor reine entre los dos… Hasta que llega el temido momento de ir a la peluquería.